Le dieron una gran sorpresa a quienes esperaban por la diva en la puerta del hotel donde se alojaba en Los Ángeles.
Recibiendo de parte de Gaga una hamburguesa y papas fritas por su paciencia y cariño.
Tan agradecida estaba por tanto amor que, además de la comida, les mandó una carta firmada que decía: “Mis pequeños monstruos: Gracias por cantarme todo el día y la noche. Los quiero con todo mi corazón”.
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